Sobre el buen periodismo
Ryszard Kapuscinski
Este libro es una edición echa por Maria Nadotti y traducida por Xavier González Rovira. Su título original es: Il cínico non è adatto a questo metiere. Conversazioni sul buon giornalismo. Cuya edición original fue en Roma en el año 2000, en cambio aquí en España su primera edición fue en el año 2002, y su última y esta misma que tengo en mis manos, en el año 2009; Editorial Anagrama S. A.,2002.
Breve biografia del autor:
Kapuscinski murió a principios de 2007 en Varsovia. Fue un conocidísimo periodista y escritor. Uno de los mejores a nivel mundial.
Este polaco, fue durante los años 60, 70 y 80 corresponsal en continentes como África, Asia o América del sur. Desde allí informó acerca de guerras, golpes de estado y revoluciones. En el año 2003 le dieron el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
El libro es una compilación de varias entrevistas que le hicieron y de varias conferencias que dió en las que el público le preguntaba acerca de temas relacionados con su extensa experiencia profesional.
De que trata el contenido del libro? Este libro consta de tres apartados titulados: Ismael sigue navegando, Explicar un continente: la historia de su desarrollo y El relato de un diente de ajo. Estos tres se desarrollan a lo largo de ciento veinticuatro páginas dentro de las cuales también se incluye una introducción a este contenido, dando información sobre la vida del escritor-autor, R.Kapuscinski.
El primer apartado se gesticula al rededor de un diálogo entre Maria Nadotti y Ryszard Kapuscinski, o mejor dicho entrevista de María hacia Ryszard en Capodarco di Fermo (Italia), el 27 de noviembre de 1999 en el VI Congreso <<Redactor social>> titulado De raza y de clase.
El segundo se trata de una entrevista realizada por Andrea Semplici.
Y el tercero y último es el encuentro del escritor y crítico de arte inglés John Berger con Kapuscinski.
El autor del libro toca el tema "periodismo" como si fuese algo espiritual, algo que cada uno formando parte del oficio, llega a éste a través de los sentimientos. Esto hace que se implique mucho más en los temas que trata de averiguar y que ponga más ilusión al trabajo. De esta manera el buen periodista se crea unas metas, unos objetivos por los cuales luchará hasta tenerlos resueltos.
Ante la duda, siempre se exige una búsqueda, y para esto es necesario tener un buen contacto con la gente y el mundo que nos rodea.
Según Kapuscinski, el periodismo necesita nuevos puntos de vista. ahora es un momento donde el trabajo del periodista se ve afectado positivamente por las nuevas tecnologías porque facilitan nuestro trabajo pero por suerte no ocupan su lugar. En este trabajo se requiere una actitud que tiene que ser de tres formas: disposición de uno a sacrificarse al día a día con nuestra profesión, las 24 horas; profundizar en nuestros conocimientos, es decir, la constante actualización y estudio, investigar y describir el ambiente que nos rodea el cual está en cambio constante, profundo y revolucionario; y no considerar esta profesión como un medio para ganar dinero, ya que para ganar dinero se pueden hacer otras cosas o tener diferentes estudios.
Un periodista principiante no goza de mucho dinero, no es hasta el final y con los años que este va a mejor (estructura feudal).
Una aspecto que me ha gustado mucho del libro es que el autor considera que no es nuestro director quién elije tu éxito como periodista, sino los oyentes, lectores i/o telespectadores los cuales reconocen si nuestro trabajo diario vale la pena sí o no. Los directores no son más que dictadores y la mayoría ni si quiera son periodistas.
Des de hace tiempo que la información se ha vuelto un medio para buscar la verdad o bien como instrumento de lucha política. De todas formas, esta ha acabado siendo un puro negocio basado en la información-espectáculo. Cuanto más grande sea la noticia, más novedosa, mas espectacular…, mas furor causará entre el público. De echo la mayoría de programas televisivos se bastan de la información - espectáculo pero des de mi punto de vista, esto no es periodismo ya que un periodista debe ser considerado como tal des del momento que empieza a trabajar con las otras personas junto con su propia experiencia personal, solo de esta manera uno se puede meter en la piel del otro y así este se sentirá mas a gusto y por lo tanto hablará y contará lo que tu necesitas saber para elaborar un determinado trabajo, escrito, reportaje, etc. Si las demás personas no notan que tu tienes un cierto sentimiento e interés hacia ellas, está claro que no prestaran atención a tus intereses y por lo tanto no acabaran proporcionándote lo que necesitas, es decir, no hablaran.
El primer contacto con una persona desconocida es frío. Evidentemente las dos personas no se conocen y por lo tanto salvan las distancias. Si usted como periodista empieza con un tono desagradable o que le pueda parecer a l otra persona que solo va por intereses y que en realidad no le interesa lo que pregunta, esta no contestará o bien lo hará sin proporcionarle una información productiva para que posteriormente redacte un determinado escrito.
El otro aspecto importante que creo que Kapuscinski hace referencia y a la vez comparto es que afirma que el verdadero periodismo es intencional: fijación de un objetivo y intentar provocar algún cambio.
Junto con el problema de si conocemos o no la persona a quien entrevistamos está la lengua. La gente es nuestra principal fuente y si la persona quien entrevistamos habla una lengua la cual desconocemos se nos crea un problema. Por esto es tan necesario el estudio de lenguas, para facilitar los vínculos entre las personas sean del origen que sean, tanto en el campo profesional como personal, porque el trabajo con los otros es dificultoso sobretodo porque cada uno funciona con una mente distinta al resto. Pueden haber coincidencias pero a la vez discrepancias, además de que el cerebro de cada uno selecciona de manera distinta la información (memoria selectiva). Para trabajar en equipo se tiene que coaccionar las informaciones de todos y para ello cada uno tiene que hacer una selección previa mediante la intuición, talento y principios éticos, siempre intentando evitar los recuerdos que puedan parecer erróneos.
En el libro se hace referencia a un aspecto que encuentro de mucho interés y que a demás tiene que ver con el propio título de la obra: la cuestión sobre si alguien cínico puede ejercer periodismo. Claramente el título dice que no ("Los cínicos no sirven para este oficio"), y Kapuscninski defiende esta idea diciendo que se debe diferenciar alguien escéptico, realista, prudente, de alguien cínico. Que el cinismo es una actitud inhumana y que el buen periodista es alguien entregado a su oficio, alguien que lo vive con el sentimiento puro más que vivirlo como ejercer una simple profesión o trabajo. Se deja la piel en ello, con riesgo y sufrimiento. Después afirma que alguien así no puede ser cínico. Y aquí volvemos al principio donde yo misma apoyo esta misma idea y a la implicación de uno mismo con los problemas de las otras personas.
Si uno pone ganas a lo que hace y lo vive des de su interior, el resultado de toda tarea será más gratificante que si la hiciera de cualquier forma aun que igualmente le saliese bien. Con ilusión se llega mas lejos. Si uno se propone unos objetivos, unas metas a alcanzar, siempre tendrá la posibilidad de adquirir mucho mas que otro el cual no se propone nada. Tener esperanza es creer en un futuro y en un posible cambio.
De todo el libro me quedo con una frase que me ha marcado y me ha creado reflexión: "todo reportaje es fruto del trabajo de muchos; el periodista solo es el redactor final".
Todos nos necesitamos los unos a los otros y únicamente mediante en buen entendimiento, las buenas maneras, la solidaridad, etc., podremos establecer buenos vínculos y redes sociales. Esto no sucede y nos encontramos con diferencias entre la población que acaban siendo desigualdades, como es ejemplo la situación de pobreza en el mundo. Tal y como dice el autor del libro, esta vive en silencio porque vive con falta de esperanza.
Finalmente decir que elegir no es fácil, y mucho menos hacer una selección de lo que elegimos. Las personas vivimos en un proceso de elección constante y los periodistas todavía mas. Siempre ante la duda del que está bien y es humano y del que no, porque como personas interfieren nuestros sentimientos. Pero a la vez nuestra profesión nos exige mostrar la realidad sea buena o sea mala, entonces mostraremos a las personas que nos rodean eso mismo e idéntico que nuestros ojos ven, sea duro de ver o sea agradable. Hace falta valor… Y muy pocos lo tienen. Esos quien lo tengan son buenos periodistas.
Míriam Gou Núñez
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